Nuestra boca alberga más de 700 tipos de especies bacterianas. Aunque a menudo se describe a las bacterias como peligrosas, la mayoría de las que se encuentran en nuestra boca son beneficiosas, ya que ayudan a eliminar los patógenos nocivos y contribuyen a metabolizar los nutrientes. La microbiota, que es el conjunto de todas las bacterias y células vivas de una zona, se compone de muchas relaciones dinámicas que ayudan a regular las respuestas metabólicas, hormonales e inmunológicas del huésped. Un cambio en la microbiota natural podría causar un desequilibrio en los sistemas del huésped que provocaría daños en los tejidos y enfermedades. Debido a la importancia de mantener una microbiota sana, los investigadores han descubierto que añadir trazas de “bacterias mediadoras” puede ayudar a regular la microbiota. Estas “bacterias mediadoras” se denominan probióticos.
Por definición, un probiótico es cualquier microorganismo vivo que provoca un beneficio para la salud del huésped. Aunque los mecanismos que subyacen a cada probiótico difieren, el objetivo general de todos ellos es regular y mantener un equilibrio saludable de bacterias en el organismo. El Lactobacillus Los probióticos ayudan a mantener una cavidad bucal sana al competir con las bacterias patógenas, lo que significa que ocupan el espacio, los nutrientes y otros recursos que las bacterias patógenas necesitarían de otro modo para sobrevivir. Los estudios han demostrado que cuando se incrementan las cantidades de Lactobacillus estaban presentes en la boca, se redujo el crecimiento de ciertas bacterias patógenas. Estos hallazgos insinuaban una relación entre Lactobacillus y el desarrollo de la caries dental. Sin embargo, la cuestión era entonces qué tipo de Lactobacillus ¿es responsable de la prevención de la caries dental y cómo?
Recientemente, se ha especulado mucho sobre el probiótico Lactobacillus paracasei y su capacidad para prevenir la caries dental. L. paracasei es de especial interés ya que tiene muy pocos efectos secundarios, concretamente hinchazón y gases intestinales, y se utiliza habitualmente en el proceso de fermentación de muchos productos lácteos como quesos y yogures, por lo que está fácilmente disponible para el consumidor.
La caries dental, más conocida como caries, está causada por muchos factores, por lo que es multifactorial, pero su causa principal es el consumo frecuente de azúcar. Algunas bacterias, como la Streptococcus mutans, causan caries al metabolizar azúcares y producir ácido como subproducto. El ácido desmineraliza el esmalte del diente, despojándolo de sus minerales, lo que conduce a la formación de caries. Así pues, controlando la presencia de estas bacterias se puede suprimir la caries.
Teanpaisan et. al., examinó cómo L. paracasei impactó en la presencia de caries. Los investigadores hicieron que los participantes se dividieran en dos grupos, a uno de los cuales se le administró un probiótico y al otro un placebo. Ambos grupos bebieron leche en polvo con placebo o con el L. paracasei probiótico una vez al día durante seis meses. Se realizaron exámenes orales antes del estudio, a los seis meses y a los 12 meses para evaluar los efectos a largo plazo del L. paracasei sobre la microbiota y la presencia de caries. Los investigadores descubrieron que el grupo probiótico tenía menos S. mutans en su microbiota oral y, a su vez, menos caries que el grupo placebo. Teanpaisan et al. cree que las propiedades antibacterianas del L. paracasei impidió la S. mutans de adherirse a los dientes haciéndolos incapaces de permanecer en la microbiota. Curiosamente, descubrieron que el número de S. mutans fue más bajo en la marca de los 12 meses – 6 meses después de que el grupo probiótico dejara de tomar la leche en polvo. Los investigadores creen que esto se debe a que se necesita algún tiempo para que el L. paracasei para colonizar completamente la microbiota. Sin embargo, una vez colonizada, la L. paracasei pueden multiplicarse y sobrevivir durante mucho tiempo en la boca, ya que es el entorno ideal, tanto en temperatura como en pH, para la especie. Otros estudios han imitado estos resultados y afirman que es necesario el consumo diario del probiótico para que las bacterias se introduzcan adecuadamente en la microbiota. Por lo tanto, para obtener todos los beneficios preventivos de la caries de L. paracaseidebe utilizarse el probiótico a largo plazo y con frecuencia.
Debido a su capacidad para ayudar en la prevención de la caries, algunos investigadores se han preguntado si tomar un probiótico es más eficaz que los métodos tradicionales, como el cepillado de los dientes y seguir una dieta baja en azúcar, para prevenir la caries. Corqueiro et al. encontró que aunque L. paracasei reguló la propagación de mutantes de S., fue menos eficaz que los métodos tradicionales en la prevención de la caries. Se cree que estos resultados se deben al mecanismo por el que el probiótico regula las bacterias. L. paracasei regula S. mutans al competir con la bacteria por adherirse a la superficie del diente. Sin embargo, L. paracasei no es tan eficaz para prevenir la colonización de otras bacterias que tienen mecanismos alternativos de fijación. Dado que la caries es una enfermedad multifactorial, controlar la colonización de una bacteria no basta para eliminar el riesgo de caries. Corqueiro et al. concluyeron que los probióticos deberían considerarse un paso adicional en la prevención de la caries junto con las técnicas tradicionales.
Aunque el consumo de probióticos por sí solo no prevendrá la caries, consumir alimentos que los contengan seguiría siendo beneficioso en la prevención de la caries dental. Como L. paracasei se encuentra habitualmente en los productos lácteos, que son una fuerte fuente de calcio y otros minerales importantes en la remineralización del esmalte, su consumo prolongado y regular podría contribuir al mantenimiento de los dientes y ayudar a conservar una cavidad bucal sana mientras se sigan utilizando los métodos tradicionales.