Rehabilitación de sectores posteriores mandibulares con extrema reabsorción. Injerto en bloque Vs. Implantes cortos


La rehabilitación de los sectores posteriores mandibulares con extrema reabsorción es un desafío clínico para muchos profesionales de la odontología. La pérdida ósea en esta región puede ser causada por diversas razones, como la enfermedad periodontal avanzada, la extracción de dientes y la falta de rehabilitación temprana. Ante la falta de hueso suficiente para colocar implantes dentales convencionales, dos opciones comunes son el injerto en bloque y los implantes cortos.

El injerto en bloque consiste en la toma de un bloque de hueso de otra parte del cuerpo del paciente o de un banco de tejidos para colocarlo en el área edéntula. El injerto se fija con tornillos o placas y se espera que se integre con el hueso circundante para luego permitir la colocación de implantes dentales. Por otro lado, los implantes cortos son aquellos de menor longitud que los convencionales y se utilizan en situaciones de reabsorción ósea extrema.

Ambas opciones tienen sus ventajas y desventajas. El injerto en bloque suele requerir un procedimiento quirúrgico adicional para obtener el hueso, lo cual puede aumentar el riesgo de complicaciones y alargar el tiempo de tratamiento. Además, el injerto puede no integrarse correctamente, lo que resulta en la necesidad de realizar un segundo procedimiento. En contraste, los implantes cortos son menos invasivos, requieren menos tiempo de tratamiento y pueden ser una solución más rápida y económica.

Sin embargo, los implantes cortos pueden tener una tasa de éxito menor en comparación con los implantes convencionales, especialmente en casos de reabsorción ósea extrema. Además, la longitud reducida del implante puede afectar la estabilidad y la resistencia a la carga, lo que puede comprometer la rehabilitación a largo plazo.

En última instancia, la elección entre injerto en bloque e implantes cortos dependerá de la evaluación de cada caso individual por parte del profesional. Es importante considerar el estado de salud general del paciente, su historia clínica y sus preferencias, así como las condiciones locales del hueso mandibular. En algunos casos, puede ser necesario combinar ambas técnicas para lograr una rehabilitación exitosa y duradera.

En resumen, la rehabilitación de los sectores posteriores mandibulares con extrema reabsorción es un desafío que requiere un enfoque multidisciplinario y personalizado. Tanto el injerto en bloque como los implantes cortos pueden ser opciones viables, pero es importante sopesar cuidadosamente sus ventajas y desventajas antes de tomar una decisión. El objetivo final es lograr una rehabilitación oral funcional y estética que mejore la calidad de vida del paciente.