La mordida abierta


La mordida abierta es un problema común de maloclusión en el cual los dientes superiores e inferiores no se juntan correctamente al cerrar la boca. Este tipo de maloclusión puede deberse a una variedad de factores, incluyendo el hábito de chuparse el dedo, el uso prolongado del chupete, la respiración por la boca en lugar de la nariz y la genética.

La mordida abierta puede causar una serie de problemas dentales y de salud. Por un lado, puede dificultar la masticación y la alimentación adecuada, lo que puede llevar a problemas de nutrición. Además, puede causar desgaste anormal de los dientes, dolor en la mandíbula y la articulación temporomandibular, así como problemas del habla.

Es importante abordar la mordida abierta lo antes posible para prevenir futuros problemas. El tratamiento puede variar dependiendo de la causa subyacente de la maloclusión. En algunos casos, puede ser necesario el uso de frenillos u otros aparatos ortopédicos para corregir la posición de los dientes y mandíbulas. En casos más severos, puede ser necesario recurrir a la cirugía ortognática.

Además del tratamiento dental, es importante abordar los hábitos que pueden estar contribuyendo al problema de la mordida abierta. Por ejemplo, es importante desalentar el uso del chupete y el hábito de chuparse el dedo en los niños, ya que estos hábitos pueden afectar el desarrollo de los dientes y la mandíbula.

En resumen, la mordida abierta es un problema dental común que puede tener consecuencias significativas en la salud bucal y general. Es importante abordar este problema lo antes posible para prevenir problemas futuros y mejorar la calidad de vida del paciente. Si sospechas que tú o tu hijo pueden tener una mordida abierta, te recomendamos que consultes a un ortodoncista para evaluar el problema y discutir las opciones de tratamiento disponibles.